Entregando el Mensaje.

Tema: Entregando el Mensaje. Sáb Oct 22, 2011 1:13 am

Thomas llegó a las tierras de Altojardín cabalgando en Brego, su caballo color negro, acompañado por dos guardias, el joven vestía una camisa blanca unos pantalones oscuros y botas oscuras, armado con su espada, su arco y su Carcaj lleno de flechas, estaba prevenido.

Llegó a la puerta, -Traigo un mensaje para el Lord, de parte de Rickard Baratheon- Dijo el joven a todo pulmón para que los hombres lo escucharan, “Ojalá y sea rápido” Pensaba el joven y aunque prefería estar a campo abierto, aquello no le daba buena espina.

Brego

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Admin Mensajes : 42 Fecha de inscripción : 06/10/2011

Altojardín era la fortaleza más hermosa de todo Westeros, un enormísimo castillo blanco, conformado por torres y torrecillas, rodeado de infinida de jardines y laberintos constituidos únicamente por plantas y cortes de espliego. La guardia de Altojardín portaba jubones de color verde ocre y lanzas de una longitud considerable, en el pecho yacía el signo de la casa Tyrell, la rosa dorada sobre fondo verde.

-!Alto! ¿Quién va?-preguntó uno de los guardias, deteniendo a Thomas.

Sin embargo, se percataron inmediatamente de sus rasgos, sin duda era un Baratheon, además de que portaba el sello de los Baratheon reales, el Venado Coronado sobre Sol Naranja.

-Mi señor, Baratheon -se inclinó uno-. Inmediatamente le comunicaremos a Lord Jonas de su llegada -indicó uno, el otro condujo a Thomas a la entrada y le llevó a la torre de los guardias para que pudiera relajarse un poco. Unos quince minutos más tarde volvió el guardia, indicando a Thomas que Ser Jonas le esperaba.

-Es un hombre mayor, pero no lo juzgue, está bastante sano y puede ser de un carácter envidiable -indicó el guardia, quien le dejó en manos de Ser Oberyn Tyrell, el hijo mayor de Ser Jonas.

-Sea usted bienvenido, mi señor, Baratheon. Al no venir en comitiva nos costó percatarnos de su llegada, ¿ha venido solo? Eso es curioso. Dígame, ¿Qué le trae por estas tierras tan lejanas?

Era un hombre simpático, de buenas maneras, aunque cabía más ser precavido.

Estaban entrando en la Sala Real, en donde Ser Jonas esperaba pacientemente sentado. Tenía problemas de audición, pero aún se observaba en él la llama de la hidalguía y el fuego del caballero. Era buenmozo, de ojos claros aunque con párpados caídos. El cabello ralo y blanco le caía a ambos lados del rostro, mientras una barba incipiente demarcaba su rostro cuadrado.

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Tema: Re: Entregando el Mensaje. Lun Oct 24, 2011 7:14 pm

Thomas asintió ante el reconocimiento de uno de los soldados de Altojardín, rápidamente hizo una seña a sus dos compañeros para que aguardaran, una vez hecho eso fue conducido a la torre de los guardias.

Luego de esperar unos minutos llegó el guardia que lo había conducido a la torre para llevarlo ante Ser Jonas “Que eficiencia” Pensaba el joven mientras caminaba.

-Gracias Ser Oberyn- Comentó ante el recibimiento por parte del hijo mayor de su futuro cuñado, -Solo vine con dos soldados los cuales aguardan afuera- Acotó el joven.

Llegaron ante Ser Jonas, un hombre mayor, “¿Qué? Rickard debe haber perdido la cabeza” Pensó al ver al hombre sentado, y era verdad aquel hombre fácilmente podía ser el abuelo de Aedin, ahora menos que menos estaba de acuerdo con aquella unión, pero órdenes eran órdenes.

-Ser Jonas- Musitó el joven mientras se inclinaba en gesto de saludo, -Traigo un mensaje de parte de mi hermano Rickard, quien propone un encuentro con usted- Acotó el Joven.

Admin Mensajes : 42 Fecha de inscripción : 06/10/2011

Ser Jonas Tyrell se levantó ante la llegada de Thomas y le invitó a acercarse, era un hombre regio, fuerte, descendió de su trono de Altojardín para estrechar la mano del joven Baratheon y sonriéndole comentó—Todo mensaje proveniente de las tierras del reino es aceptado con gusto, pero antes que cualquier cosa por favor permítame ofrecerle algo de pan salado y vino en correspondencia a las normas de cortesía propias de la tradición, así se sentirá usted más a gusto entre nosotros.

Dentro de las creencias y las leyes básicas en Westeros estaba la costumbre del pan salado y la bebida. Cuando un señor mayor o noble junto a su comitiva era invitado al castillo de otro señor mayor o noble y recibía de este pan salado y bebida, el anfitrión estaba obligado a mantener las buenas costumbres y el buen trato hacia sus invitados, de la misma manera estaba prohibido atentar contra la vida o el bienestar de su invitado y de los acompañantes de este. Así se tratara de enemigos declarados, sentar en una mesa y dar de comer al comensal era especie de ungimiento que le protegía dentro de las murallas de un castillo foráneo.

-Una vez comamos, que por cierto le he esperado y hace hambre… —empezó con su curioso acento del Dominio— Entonces hablaremos de propuestas, que no dudo sean buenas y bienaventuradas.

Ser Jonas dispuso todo en pocos minutos, guió a su invitado al salón de reuniones y allí le introdujo a parte de sus familiares y vasallos. Entre los presentes, y a la derecha de Thomas (porque a la izquierda estaba ser Jonas) se encontraba Ser Oberyn Tyrell, el hijo mayor de ser Jonas, además de los gemelos, Wayfred y Wayner Tyrell, también estaba allí Gargarus Tyrell hijo mayor de Ser Oberyn y Olvan Waters, su escudero. Por otra parte estaban Clive y Laudyn, hijas de Wayfred, Wayner no tenía hijos pues su esposa era infértil y esto había traído a él el apodo de “Wayner el Desgraciado”. Entre los demás se encontraban el Septón, el Maester Marterr y demás vasallos menores.

-Es una lástima que no estemos todos—comentó a sus oídos ser Oberyn—Padre tuvo cuatro hijos, Orgard, que murió en la batalla de Aguasclaras hace diez años y no tuvo descendientes, Jofred, que murió de viruela hace cinco años y tuvo tantos bastardos que se convirtieron en incontables, pero “La Espina de Altojardín” no es uno de ellos—agregó, como si Thomas supiera de quién hablaba—. Luego estoy yo y finalmente Claryce, quien está casada con el señor del Nido de Águilas. Todos somos hijos de Lady Lynzell, la primera esposa de nuestro padre y que lamentablemente falleció hace años tras un trágico accidente. Esa que vez a la izquierda de él es Lady Maede, de la casa Florent. Lleva semanas acá, de pupila, según se dice esperan que padre la tome por esposa, pero él parece darle poca o nula importancia—comentó sonriente. Los Tyrell siempre habían detestado a los Florent, quienes buscaban recuperar algo de su poder de antaño.

Una vez se sirvió la comida y se empacharon de alcohol y grasas Lord Jonas habló por fin.

-Muy bien, Ser Thomas, dígame, ¿cuál es ese mensaje urgente que Ser Rickard quiere hacerme llegar?

Tema: Re: Entregando el Mensaje. Dom Oct 30, 2011 1:50 pm

Thomas estrechó la mano con Ser Jonas y sonrió ante el comentario de su futuro suegro, -Muchas gracias- Acotó ante el ofrecimiento de Pan y vino, tenia días que no comía bien, repartiéndose las provisiones entre él y los 2 soldados.

Thomas se sentó en la mensa y comenzó a escuchar a Ser Oberyn quien hablaba y hablaba acerca de su familia “Por eso odio la política” Pensaba el joven Baratheon mientras escuchaba la perorata de Ser Oberyn.

Comidos, bebidos y listo habló Ser Jonas, Thomas lo escuchó, tragó el pedazo de pan que tenía en la garganta, tomó un poco de vino y respondió –Mi hermano Rickard solicita un encuentro con usted Ser Jonas- “Perdóname Hermana” Pensó mientras decía aquellas palabras, seguía en desacuerdo con el matrimonio de Aedin, -Al parecer es acerca del casamiento de nuestra hermana menor, Aedin Baratheon- Acotó el joven, quien inmediatamente sintió como si estuviese condenando a Aedin a una vida infeliz.

Admin Mensajes : 42 Fecha de inscripción : 06/10/2011

Jonas Tyrell no negaría que sabía a donde iba toda la conversación y la mismísima visita de Thomas Baratheon, era viejo, había visto y vivido mucho, esto también le había enseñado a ser extremadamente cortés y calmado, como había demostrado ser. Un buen anfitrión sin dudas, habría que ver que tan buen huésped resultaba Thomas, hasta el momento al señor de Altojardín no le gustaba “lo directo” que trataba de ser el joven del Bastión de las Tormentas, sin dudas pensar que el hombre quería que su hermana fuese la siguiente mujer de Lord Jonas era algo normal, pero las reuniones entre nobles tenían sus tiempos y sus protocolos, y si bien el joven del Bastión actuaba como debía, su incomodidad y disgusto eran palpables ¿Acaso Lord Holly no le había enseñado bien? Lo dudaba, Lord Holly en sus buenos tiempos era un modelo para cualquier noble de Westeros.

Aún esperaba que la cena avanzara un poco más antes de que el joven diese la noticia, pero anticipándose a todo, y mientras él daba un sorbo al delicioso vino que tenía en su copa escuchó al Baratheon decir “El matrimonio de mi hermana se acerca” No entendía que uso quiso darle al enunciado, por los dioses, este chico cada vez intrigaba más al Lord de Altojardín, y Señor Supremo y Protector de Dominio.

“Oh…”-Alcanzó a decir, su tono de voz fue leve, y su mirada se volvió más serio.

“Interesante, muy interesante, la joven…¿Edin? ¿Aidin? ¡Ah! ¡Aedin!”-Exclamó cuando intentaba recordar el nombre de la hija de Lord Holly, cosa que obviamente logró al pronunciar su nombre al final.

“Su hermana debe haberse convertido en una doncella muy hermosa, Thomas”-Pronunció por cortesía, no tenía idea de si esto era así o no. Meditó rápido todo, la idea de casarse no estaba en sus planes, su vida había sido bastante gris desde la muerte de su querida esposa.

Sus hijos e hijas estaban callados, sus caras también se tornaron serias, de seguro el recuerdo de su querida madre pasó como un relámpago por la mente de todos, “El desgraciado” se preguntó qué tan incómodo se sentiría el Señor Baratheon en esos momentos, sin dudas mucho, tenía la certeza sin importar más pensamiento.

“Ya veo, ya veo”-Divagó Lord Tyrell.

“¿Cómo quiere su hermano que se realice esta…ehm reunión?-Dijo muy pensativo y aun sin tomar ninguna decisión a la vista.